Llovizna de carrouseles...

Sin darte cuenta domaste
los cedros de la inconsciencia,
envuelta en pestañas de ojal.

Con dedos de lino
arrumaste cada rayo de sol
y con infinita paciencia
peinaste uno a uno
mis sueños bandidos.

Con espinas naranjas
robadas de un tercio
de corazonada angelical
le diste puntadas a mi rostro
para que en mi mueca dormida
se pudiera bosquejar
una sonrisa de zorzal.

A tu diestra un báculo de fuego,
a tu siniestra una estrella sin duelo.

Tus largos cabellos
amarraron mi constelación de esmeraldas
obnubilando mis creencias
en un mapa premonitorio de edén.

Ay si ayer nomas,
tuvimos un jardín en la punta de los dedos.
Lo veo ahora todo tan claro
en este retazo de ensueño,
que en mi mejilla se devela
el árbol del primer beso,
cuando mis labios nos conducían al castillo
en que te propuse ser mi princesa,
pero esta lagrima
resigna el caos emocional
por aquella despedida
que siempre nos acechó en nuestra piel.

“Blanca mañana,
tus manos dormitan mi dormir,
estufísta cadencia
la eterna armonía de tu consuelo.”
(Primera ensoñación)

“Me miras,
te miro en este cuento
que doy por vivido.
Alguna vez será
que empiecen a llover carruseles
y cerremos las persianas
bajo el mismo techo.”
(Segundo despertar en otra realidad…)

Escrito a alguien a quien le guardo mucho cariño,

espero que pase un muy bello cumple :)...