Mujer... pulso incesante

Mujer,
engranaje errantede sabiduría
inconformista.

Entrarás a mi urbe,
si dislocas
en mi ombligo,
un arpegio de pan…
(Tal vez pida milagros)

¡Que,
heroicos labios,
se levanten,
en besos insulares!

Inoculado cenit,
abrumadora incondicionalidad.
(La rosa, su tallo y las espinas)

Olvídense
de sombras opulentas
recorriendo fiebres.

Olvídense
de espejos desnudos
desbocando silencios.

Desaparezcan
en las literas de mis ojos,
con mi fantasma
eleven estatuas
a los mundanos placeres.

Tímido ser,
te doy alas azules,
si en mí
enciendes
la voracidad de tu infierno.

Abducido ser,
te entrego huesos celestes,
si en mí
reflejas
la luminosidad de un nuevo cielo.

A la elocuencia,
va este grito de ausencias.
(Vacío estuario del conformismo)

Mi espalda,
musa tuerta,
acepta tus idilios.
Te doy el dardo mortal,
y la pluma
que se enhebra en la piel.

Vicioso circulo.
Sexo
mal comunal.

"Había una vez un gran jardín...
un día claro,
y escuchábamos historias que contaban los niños...
Acércate sin acercarte...
como un puente que salte la distancia...
Y al esperar, cuando ya no estás...
nena veo que (veo que) me cae el mundo a mí...
y no sé si al entender...
me libro del cielo y de la esperanza sinfín... "
||Spinetta||