El minutero de pared
se ahoga en el vaso de vino tibio,
llevándose esta vez,
todo lo que ayer
me habló el viento azul
de tus gélidos gemidos.
Vuela,
la mañana de los sauces sonrientes.
Efímero es el sol,
en tu tenue despertar de luz.
Quedaría absorto
en la concavidad
de tu vientre danzante,
pragmatizado en los lirios
de tu ombligo al respirar,
esperando
que el cielo de los alados
se abra en dos
a nuestra inocente ceremonia
sin altar.
Niña preciosa,
tus ojitos azules
son la redención
de alguna diosa
que ha olvidado
el fuego sagrado
de su alma
en la tímida ofrenda
de tus pupilas.
No se entiende nada ya,
si ni las rosas aroman
el fruto de tu vientre
al brotar suave licor de tus pechos,
y es que,
cuando la luna de tus muecas aparece,
la energía de la tierra
es la cárcel a un paraíso,
en el que reinas
como princesa cautiva.
"Escóndeme,
un mísero segundo,
antes de que mire la noche de tus cabellos
ocultándose
entre las sombras del día..."
¿Y será sólo eso?...
Será sólo que el ocaso
ha retoñado en tus párpados
y el mullir de las nubes
no ha sabido contener
la tormenta de tus labios.
Será que,
sucumbe el infierno
y tu cuerpo arde
en rapsodia divina...
¡Lloran los ángeles de tu almohada!
Yo sé,
que en tu entelequia infinita,
entiendes el lenguaje del cielo,
tú,
le das forma al arco iris de los sueños,
y te mimetizas en las estrellas
para calmar mis frías voces,
mis vírgenes deseos de libertad.
Desciendes cada noche
mi fugaz prisma lunar.
Tú,
lo eres todo,
sin ser nada en mi tacto,
sin ser el grito de mi llanto...
Y del manantial de tu boca,
emergen los cauces
para embeber mis ríos,
eres mi agua,
mi sed,
mi desierto...
Y solo será,
será en tu fin
cuando obligues
a la monarquía de tus brazos
cobijarme
en tu cuerpo de cristal,
y así,
serás libre de mi pena,
y yo,
seré libre atado a tus venas...
Yo sé, yo sé
que tus manos
entibian la bruma del tiempo...
Yo sé,
que los días pasan anónimos
como números sin sentidos,
que una flecha voraz no traspasa un corazón,
un corazón
es un inmaculado diamante
y su esencia
se nutre de besos...
Toda la inverosímil verdad,
queda ingrávida
en tu mirada de coral.
Entiéndeme,
cruzo pozos de papel
donde mi alma
yace prisionera
y ya no quiero volver...
Sólo decir que este es un espacio donde un niño-hombre-pez hueco-esquizo-simple deja sus ilusiones-intenciones-compromisos-desvaríos, en forma de versos-lágrimas-insectos, un espacio para ausentes muertos que no llegan a besar el suelo o ni llegan a perderse o a encontrarse, ni existir...
8.29.2008
Coral
lo sintió, pensó y escribió: Kid A en 2:38 a. m.
Etiquetas: Poemas
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3 estrías de entendimiento:
Pero tiene un talento, muy groso!.Me encanto tu escrito!
Saludos,nos seguimos leyendo!
Besos.
Precioso poema...
1 Saludo
Ja!
Pero se deja ver, jajaja, es bueno verlo impregnado de azúcar, jejeje.
Un abrazote K.
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