Sólo decir que este es un espacio donde un niño-hombre-pez hueco-esquizo-simple deja sus ilusiones-intenciones-compromisos-desvaríos, en forma de versos-lágrimas-insectos, un espacio para ausentes muertos que no llegan a besar el suelo o ni llegan a perderse o a encontrarse, ni existir...

12.19.2008

Luna K





En los fauces lunares
que la apología
hacia las estrellas divinas oculta
nos vemos impropios
de nuestra piel ausente.


Como ermitaños de un cuento
que no tuvo la ciencia
para atrapar a la princesa y al mago
nos bebemos a besos
con saliva extasiada en alcohol
entre cuatro lumbres llamadas ojos
que se apagan en memoria
de algún atardecer sin balcón.


Tenemos zapatos de reloj,
mártires
a estas golondrinas eléctricas
que hacen epopeya del viento.
"…van sus alas en exilio tácito de otra estación. "


¿Sabes volar?
Yo sí.
Junta los párpados, que el cielo
aún no es propio del aura
de tus pupilas al danzar.


Hay un tren marginado
en aquella nube de sales
con trescientas puertas cerradas
y un vagón que lleva nuestros nombres
como emblema de paz interior.

¿Dónde irá?
Al bosque de los encantamientos
con lobos como mercenarios del amor
y violáceas luciérnagas
escondidas
para no volver a llorar.


Tengo miedo,
por estar volando muy adentro
de un tiempo que no es el nuestro.
Mientras tiritas de blancos sueños
en mis alas malva.
Te sonrío,
por saberte perdida
en un verso que no tiene voz.

Yo sé
que al caer la última estrella,
meceremos las piernas
escondidos cada uno
en nuestro rinconcito del alba,
prendidos de ese cantar rabioso
que se convertirá
en nuestro dolor a mañana.

Y es que toda poesía
no es más que un susurro muerto,
para escapar de la soledad.

A despertar…


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