Capricho menor

Mi golfa ayer de terciopelo y cueros a medio embutir
hoy tiene implantes de emociones en su seno izquierdo.

Alma mater que conformo sin quejido obsecuente
cuando su apogeo en gemidos trae sábanas de estrellas
al cuarto estante de un jardín oxidado.

También hoy tiene aprendida la moraleja
que no es por santa que se santifica una virgen.

De ello reniega como buena impostora hormonal,
tal vez el milagro que embauco su libido
no se basto de un ajedrez forzado como cuenta en su estratagema
y sólo dejo caer sus ansias sobre la reina que lucía de plebeya.

Yo le visto y desvisto a placer de caprichos incautos,
no le juego al romance de papeles
ni a las promesas sobre el bidet.

Ambos tatuamos el ciclo de nuestros secretos
con incienso de cera una velada placentera.

De antojos nutrimos la esencia de mutar entre pieles,
mañana seremos libres de violarnos en dos mitades
mientras la condena de sentir comience en la mente.