Toma tierna luz,
paz de claveles entre orgasmos,
centauros que viajen entre sábanas
y traigan a tu suspirar
hondonadas de extrema pasión.
Vive días de eterna quietud
amparada en algún verano
que nos desnude de sol a sol,
sin una imagen de lo que pueda surgir
de no estar yo adentro de ti.
Quiero ser la cruz
que mejor te calcine,
en bis poder abrirte
sin sonrojarte,
aunque estés llena
y a punto febril.
Imagínate durmiente
en una cascada de mi voz,
con dos labios indecorosos
recorriéndote las más intimas corolas
de tu suave vientre amanecido.
Démonos tregua de sed
al despertarnos con manos en pies,
que seguiremos de piel atados
aunque nuestras sombras
no se puedan sostener.
Sólo decir que este es un espacio donde un niño-hombre-pez hueco-esquizo-simple deja sus ilusiones-intenciones-compromisos-desvaríos, en forma de versos-lágrimas-insectos, un espacio para ausentes muertos que no llegan a besar el suelo o ni llegan a perderse o a encontrarse, ni existir...
9.13.2008
Ciega Eternidad
lo sintió, pensó y escribió: Kid A en 11:13 a. m.
Etiquetas: Poemas
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