Indolencia Nerviosa

Nervios que se enhebran,
que se desatan, se tuercen
entre raíces de opio.
Anudan
precipitaciones ansiosas
u ociosas
o desdeñables al corazón dormido.


Ella se esconde
entre gestos de inocencia,
entre arpegios climáticos.
Todo esto, por no decir
que abraza climax de fusión
en su o en otras sombras
quizás hasta en efímeros
fragmentos de sueños.


Derruida
en bendecidas almas aladas
que cobijan su incierto futuro.
Decide
la blanca calma de la niebla
sobre el mar azul,
y sus ojos
son mas azules que el azul.

Aumenta,
y aumenta
drásticamente su contorno
al reflejarse en la luna.


Nervios.
Impotencia
de cables degollando
su lánguido cuello sin estribos.
Impotencia
de sellos tatuando la piel,
de manos,
aferrando muñecas,
manos, estrujando
el vicio de sábanas humedecidas.


En su ocre
prometedor de estrellas fugaces
deambulaba mi mente.
La sombra de los álamos
tenía contraste con el revés de su mirada.

El tiempo
como barrera ineludible,
la distancia
como tierna excusa.

Indiferencia constante,
caprichos insostenibles,
mentiras sin mentiras de trasfondo.


Entonces sucede que el odio en el amor
es un sentimiento
mas fuerte que el amor en si mismo..

Sin embargo no la odio, ni la odiaré.
Le temo, siempre le temeré
y eso es lo que más odio en mí...

"Algo que parece siglos,
brota de la lejanía,
no sé si es la distancia,
que recorro en tí,
y aunque el cielo es fantasía,
con tus ojos noche y día,
el Edén se ve tan próximo,
que no sé como vivir..."
||Spinetta||