Todo pasa, todo pasa… los sueños, esas esperanzas de no estar solo nunca más, las añoranzas por ver convertir la mosca en libélula, la buenaventura de liberar las ansias en los trozos de un cristal que se clava en la piel errante del amor de tu vida, la marioneta que habías desnudado para usos desproporcionados y ambiciosos, todo pasa, todo se me paso volando otro año más…
Es extraño, la mayoría de las veces entiendo que soy mi propia jaula, tan cruel para satisfacer mis instintos, tan inocente para verme feliz cuando la infelicidad me ha hecho asiduo a su naturaleza conformista. Es extraño que todo aquel que me vea andar piense que mis problemas son nulos o estoicos a mi sombra cortando otra sombra, creo que el hecho de pasar desapercibido por la ciencia moderna me ha obligado esquizofrénicamente hablando a mutar pero en contra de mis principios y voluntades, igual, el resultado final no cambia, soledad, soledad y mas soledad…
Ahora mismo, tirado, escuchando canciones de mi tierra, aquellas que antes no tome en cuenta, ya escuche a viejas locas “aunque a nadie ya le importe”, a los piojos “cruel”, al otro yo “locomotora”, a divididos “alma de budín”, a karamelo santo “fruta amarga”, a las pelotas “esperando el milagro”, a la bersuit “toco y me voy”, a soda “persiana americana”, al flaco Luis con su “canción para el resto de los días”, a charly “Anhedonia”, a mí, y mi himno nacional a la tristeza… ahora mismo, quisiera hablar con medio centenar de personas, sentir también que alguien necesita hablarme, pero eso es imposible, soy el decimo cero a la izquierda, ese que todos olvidan hasta de colocar…
No creo que fuera cuestión de estar de un lado u otro del océano, hace un año en la otra parte del mundo, estaba igual o peor o mejor, da igual, el resultado es invariante a la soledad desproporcionada… como dicen, mejor solo que mal acompañado. Es como si todo fueran ganas de llorar, pero no se llorar, solo se mentir prejuicios y vanidades infinitamente absurdas.
Estoy harto de todo, pero sé que no cambiare nunca y en unos cinco o diez años, estaré igual, escribiendo líneas parecidas a esta, quizás no esté tan solo o quizás ni esté. Como quisiera encontrar esa luz, que me cambie de lugar la nariz, que me permita ejercitar la sana prudencia de un amor bondadoso con puertas al cielo y patio trasero que dé al mar, como quisiera preocuparme por pequeñas relaciones o contusiones hormonales, como hace la gente normal, esa que no me interesa para nada conocer, ellos todos tontos padecen de ser feliz…
Cuanta bruma densa a mi niebla, cuanta espera espesa a mi cuenta gotas de ilusiones, estoy cansado de ir quieto en mi cabeza, en este momento, cerraré las ventanas pero abriré las cortinas para dejar que todo el mundo me vea sin que nadie me pueda alcanzar…
Feliz navidad…
nota: la canción me llena de recuerdos de mi tierra, mi Mendoza que hoy extraño...
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