Sólo decir que este es un espacio donde un niño-hombre-pez hueco-esquizo-simple deja sus ilusiones-intenciones-compromisos-desvaríos, en forma de versos-lágrimas-insectos, un espacio para ausentes muertos que no llegan a besar el suelo o ni llegan a perderse o a encontrarse, ni existir...

10.16.2010

Post Data. Sonrío


El día que descubrí
Venecia en un vestido,
el sol te daba la espalda.
Oropel fugaz
que el alquimista del ozono
convierto en ojos.
Obnubilado enmudecí.

Observe tu abrazo
con la sombra de un alfil herido,
estabas a un sorbo de distracción
de mi alma,
pero yo miraba,
yo sólo te estudiaba…

Cinco roces atrás,
te desnudo una torre oscura.
Estabas tan blanca,
que imagine elefantes perdidos
llorando estrellas.

Oír tu voz,
erizo al cuasimodo de espejo
que guardo en el pantalón,
y ahí fue,
el narciso vanguardista de reflejos
a prenderte el reloj fumífero.

Quise ocultar todo arte reprimido,
pero se hizo tarde en Neverland,
y Roma llego a enjaular soledades.

Otra vez, vos y yo perdidos
en el uno sin dos,
buscando cosmos
donde peones plantaron un jardín.

Y ella, y su vestido Venecia,
y sus ojos oropel,
estarán perdidas en esa alma mía
que nunca le sonrió…

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