Sólo decir que este es un espacio donde un niño-hombre-pez hueco-esquizo-simple deja sus ilusiones-intenciones-compromisos-desvaríos, en forma de versos-lágrimas-insectos, un espacio para ausentes muertos que no llegan a besar el suelo o ni llegan a perderse o a encontrarse, ni existir...

12.05.2010

Lírica vastedad

I.
La amena dulzura de tu tez glacial,
como un espejismo de fuego en aguas durmientes,
regala inicuos brotes de celestial apariencia
embriagando así, toda eufórica emoción primera.
Con francos ojos de aire entre hojas cautivas, 
donde uno a uno los más nobles sentimientos
mellan azar de imperios amorosos;
y un corazón con estrías, que puede ser
el único bien del paraíso en la tierra.


II.
Si otro nombre fuere pronunciado en mis venas
o el tuyo, apareciese jubiloso en las lágrimas 
de algún mediocre soñador humano,
perdería las muertes que me prometí
naciendo adentro tuyo,
aunque no tuviese edad, ni cuerpo
para merecerte desnuda y casi sin sueños…


III.
Existen temores tan intensos, merodeándonos,
como resonancias de acoso en bóvedas besos.
Porqué si sustituyese la risa 
por el hosco razonamiento vanguardista,
tus loables pinceles, suavizarían
la ironía implícita de estos espejos sombríos.


IV.
Parques, alamedas, mortales e inmortales
abrazados a la belleza de tu obra “pies”,
gozan percebes en tu viciado altruismo.
No existe en alma, mayor ornamento, ni reliquia,
que se iguale al aura bondadosa en que inmolas tu ser
por salvar las espinas de una flor…


V.
Tu simple milagro, 
rodea cultos, 
rodea deplorables existencias,
nos muestra la híbrida maldad en que obramos 
por admirarnos de miedos enfermos.
Que no daríamos de las nubes
por tu abrazo,
quizás el perdón, 
quizás también el dolor del amor…

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