Vemos caer el vientre en la fruta,
largo sábado lúnes del fin.
Gritan nubes rosas, grises, amarillentas.
La llama desnuda, vibra furiosa,
anhedonia al cuerpo,
a la luz que es zoom
de otra oscuridad menos católica.
Con los dedos aprendí que un ángel
no sabe viajar de noche.
Las valijas son simples verdades
que se abren y se cierran sin más.
Vemos el sable morir en la pulpa,
mientras la hormiga se sueña sangrar.
Yo no vi que todas las cadenas
te hacían llorar
y menos pude entender que este misterio
era más frágil que el placer
de querer sin lastimar.
1 estrías de entendimiento:
Esa última estrofa escupe verdades.
Jooooder, cómo me gusta :D
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