Sólo decir que este es un espacio donde un niño-hombre-pez hueco-esquizo-simple deja sus ilusiones-intenciones-compromisos-desvaríos, en forma de versos-lágrimas-insectos, un espacio para ausentes muertos que no llegan a besar el suelo o ni llegan a perderse o a encontrarse, ni existir...

4.01.2011

Restos y rastros

Centinelas o sombras del agua,
cambian el agujero interior.

Los buitres del pasado
derrumban el arte cínico,
son como bombas pequeñas
que piensan por los dos.
Dejando libros muertos,
arrodillados en el beso partido
que sangramos antes de abrirnos la voz.

Te quiero.

Húmedas piedras rocían
el incendio de huesos.
Retratos como abanicos
se repiten bajo el amor de los peces,
que son un lamento a estas lenguas,
histéricas, ahogadas también.

Me quieres.

Juntos, la serpiente es hermafrodita,
los tulipanes nacen de la piel
y todas las cofradías se cierran
con las piernas/puertas abiertas.
Juntos, el lunes llega tras el martes,
los violines aman a los ruiseñores
y el pecado es ser transparente
cuando el sol aún no se viste.

Centinelas apagan la melodía,
son esos fantasmas lunáticos
en que nos retratamos dormidos.
Yo en mi oficio de estatua
entre tus membranas de cielo,
te persigo.
Vos en tu agonía lumínica
de estrella agotada,
me alcanzas…

El tiempo nos enseña
aún en su forma de daga,
que la distancia nunca es mayor
al tamaño de esa sonrisa
en que te consumo
para que me consumas...

1 estrías de entendimiento:

Daeron dijo...

Es hermosamente cierto, casi sincericida.
Y te voy a reconocer que me has emocionado con la última estrofa, porque nunca había pensado en describir esa sensación y tú lo has hecho de una forma que me parece literal: la distancia nunca es mayor al tamaño de esa sonrisa.
Gracias muchacho, era algo que necesitaba leer.