Mi habitual incertidumbre,
seguir la invasión o ser el aire que todo ausenta.
Tener alas no hace a la gente menos normal,
tener cara de manantial, ni ser un paso a la derecha
cuando el ombligo gimió hacia el siniestro.
Yo no voy a estar toda la vida imparcial,
otra vez, otra vez,
volví a necesitar mi obsesión:
Caeré, caeré...
y eso que ahora hablo bien,
que las metáforas solo quedan tras la piel,
el antídoto es peor a la adicción de crecer...
por mas que la espalda llore aturdida
nadie mira el ojo clínicamente ido.
Te van a extrañar mis suspiros,
mi desidia, mi pan, mi vanidad...
Sólo decir que este es un espacio donde un niño-hombre-pez hueco-esquizo-simple deja sus ilusiones-intenciones-compromisos-desvaríos, en forma de versos-lágrimas-insectos, un espacio para ausentes muertos que no llegan a besar el suelo o ni llegan a perderse o a encontrarse, ni existir...
7.14.2012
Una cueva
lo sintió, pensó y escribió: Kid A en 5:23 p. m.
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