Sólo decir que este es un espacio donde un niño-hombre-pez hueco-esquizo-simple deja sus ilusiones-intenciones-compromisos-desvaríos, en forma de versos-lágrimas-insectos, un espacio para ausentes muertos que no llegan a besar el suelo o ni llegan a perderse o a encontrarse, ni existir...

12.01.2009

Princesa (No crezcas)



"Te estuve mirando por más de diez minutos, aún cuando mi hoja estaba vacía, blanca y radiante como en todas las fotografías que guardo de tu rostro..."

Te miraba cantar,
reír, maullar,
te miraba pintando el cielo
con la acuarela de tus ojos
y adornando un jazmín
con tus cabellos fueguinos.

Estabas tan precisa en mi memoria
que te llamaba desde mis dedos
y tú, con esa boca tan amante,
tan húmeda y floral,
me decías “basta”
pero llamándome con la piel…

Entonces, me senté a tu lado,
embellecíamos el silencio
como dulces niños saboreando su helado.
Te pedí una pestaña,
con miedo a desesperarnos
y con dos besos en la frente
tatuaste tu alma en mi mirada.

El sol, miraba sorprendido,
mis manos de arena en tu vestido
tus labios de azúcar buscando los míos.
La tarde, todo el cielo
y tres golondrinas de papel
se enamoraron de nuestro beso…

Al oído intente susurrarte
que mi amor por ti es eterno,
pero antes, tu piel nívea
me acorralo en su sombra
para pedirme mis secretos
y así hacer un jardín de promesas vacías.

Si alguien nos pintase desde su estratosfera
dibujaría un ángel y un niño sin alas,
dibujaría cuatros pies danzando en círculos de fuego
y cuatro brazos capaces de abarcar la luna en un suspiro…

Ella, mi niña, crece y crece, en la memoria de todos,
sin embargo en mi cuento quimérico
es la princesa dormida,
que ríe del humano incoloro
y habla con los dedos en los labios
con las mejillas coloradas
y con su pelo siempre encendido...

¡Ay princesa!
Te pienso, y soy tu único testigo,
te pienso y no hago más que quererte,
y quererte, y quererte,
como un niño a su niña,
que es su alma,
su golosina,
su musa,
su vida…

Nunca crezcas, nunca…


"Todo mió el otoño..."

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