Sólo decir que este es un espacio donde un niño-hombre-pez hueco-esquizo-simple deja sus ilusiones-intenciones-compromisos-desvaríos, en forma de versos-lágrimas-insectos, un espacio para ausentes muertos que no llegan a besar el suelo o ni llegan a perderse o a encontrarse, ni existir...

6.07.2010

Afección


Venía a gritarte tanto odio,
que al rozar mi verbo en la punta de tu nariz
sangrarías sexo por los ojos,
pero llegue a la vanidad de tu sombra
y emputecido tuve que observarte,
perdida, triste, amapola seca en los labios del sol…

Recordé el amor rasgándome las uñas,
tus piernas matándome
y como sin respirar te pedía más albor,
recordé horas dentro de tu sueño
y esos lapsos neuróticos
en que te masturbabas con mis pecados.

Te quise tanto, que esto de odiarte
es un ápice ingenuo de mi mediocridad,
te odio tanto, que aquello de amarte
fue la reina madre de esta cenicienta soledad.

Venía a limpiarte en olvidos,
luego de crucificar con mis vacíos,
tu cuerpo y alma, hasta que no exista nada de mí en ti,
pero llegue a tus ojos, a tu lagrima febril,
y el universo se me empezó a parecer a tu piel,
tuve frío, sombra y un poco de luz desde tu sonrisa
que empezó a crecer hasta cubrirme el corazón.

Olvidé tus manos robándose mi libertad,
tus años caníbales en mis medias,
tu estatua de agua en mi desierto hostil,
olvidé el miedo a nacer sin morir en tu cintura,
y hasta necesité por un instante,
esa, tu caricia azul dibujándome el alma…

Nunca sabré si por amor odio, o viceversa,
o si es que la soledad aborrece necesitar.
Hoy estoy consumido por el ayer,
pintando ventanas a puertas,
oscuridad a un árbol que ya es papel…

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