Sólo decir que este es un espacio donde un niño-hombre-pez hueco-esquizo-simple deja sus ilusiones-intenciones-compromisos-desvaríos, en forma de versos-lágrimas-insectos, un espacio para ausentes muertos que no llegan a besar el suelo o ni llegan a perderse o a encontrarse, ni existir...

6.23.2010

A mi mismo


Nunca le digas siempre
a la sombra que te olvida,
Nunca le susurres perdón,
si puedes guardar belleza en tu corazón.
Nunca grites a un espejo,
que no lleve su reflejo como un haz de luz.
Nunca envenenes tu cuerpo
con lo tibio y dulce de su amor.

Ella no es tu primer y última eternidad,
ni siquiera es quien te dio de mamar libertad.
Ella no sabe que tu odio es coloquial a la razón
ni puede imaginar flores creciendo de una araña multicolor.

Ella no desarma las horas
para ponerlas panza arriba mirando el sol,
ni entiende las cicatrices que se tejen
debajo del rostro, encima de Dios.

No me explico porque le temes,
si su aguja mental es una hiena hambrienta en reciprocidad,
si su fiebre es abisal,
tan fría y laxa, como el impulso homicida de la eterna felicidad.

Esta bien, que aún desees su cuello,
es hermoso como lágrima
desfibrando lados opuestos sin paz,
que disfrutes al ver sus labios quiméricos
pronunciando tu nombre sin sangrar,
y esta bien que devores pasionalmente el instante
en que el engranaje perfecto donde nacen sus piernas
se abre como la muerte a tu gótica devoción…

Pero Fede, nunca le vuelvas a querer… nunca.

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