De mi torpeza, se mofan duendes y arlequines,
día a día secuestran la sombra de mis desgracias
y yo les miro, les sonrío y sigo con mi vulgar estío.
En mi penumbra habitual soy un adorador de silencios fatuos,
voy dispuesto a encontrar pasado tropezando ignorancias,
voy como un bebe perdido, buscando pan en hormigas de cristal.
Toda mi destreza es un pasadizo a mis pies, toda.
Tanta escultura maltrecha desprendo al versar
que no puedo aspirar ni a poeta loco ni a cínico deambulador.
Si es que veo mañanas tan claras
desprendiéndose de plausibles vírgenes descalzas.
¡Ay! sus caras de jóvenes golfas bendecidas…
veo tantas, que termino adentrándome en remordimientos inverosímiles.
Imagino la vida como una pirámide azul
y yo desprendiéndome de cuerdas titiritescas.
La demencia es un acto de bondad impagable,
la frivolidad con que otros nos ven
es la escuela que nos enseña a creer en nuestro arte.
Esta bien, escribiré con las medias bajas,
no sabré rimar amor con amor,
tendré nostalgia inscripta en cada verso indispuesto,
seré impresentable a cualquier poeta bendito,
pero soy yo, imperfecto e incorrecto,
infeliz, libre al fin de no existir en la fría realidad…
1 estrías de entendimiento:
Pero sos vos, incorrecto e imperfecto, infeliz pero libre al fin de no existir en la fría realidad.
Que perfecto, fue genial como describiste esa última parte. Fue d emi agrado.
Coincido con vos tabien en eso. Creo que más allá de los defectos y los eerores que uno tiene como persona, vale con sentirse bien uno mismo, lo demás, se puede mejorar o corregir!
Besos!!!
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