Sólo decir que este es un espacio donde un niño-hombre-pez hueco-esquizo-simple deja sus ilusiones-intenciones-compromisos-desvaríos, en forma de versos-lágrimas-insectos, un espacio para ausentes muertos que no llegan a besar el suelo o ni llegan a perderse o a encontrarse, ni existir...

8.22.2012

Día 18 o día triste 10 o el musitar

Se mueven, caen. Los astrónomos duermen en tu pupila derecha. Estas cerca, a menos de cinco segundos. El mundo sin embargo retrocede en la tortuga y ya estás a dos días y veintidós silencios de mi.
Se mueven, caen. Los verbos no condicionan la voluntad del cuerpo. Correr, saltar, brotar, reír, mudar, ser, estar, pertenecer. Sin alma, sin la creencia del alma, estoy fuera y dentro del caos.
Se mueven, caen.  Las manchas de la sociedad en la pared, las paredes del idilio en lo misterioso de saber que el corazón ya no late por vivir. Mezclar el azul con la almendra de tu ojo izquierdo es un poema de aguas en que no te podré llorar.
Se mueven, caen. Todos mis pensamientos van encontrando centro y universo en vos. Vos que te moves sin moverte, que eres tan pequeña como la atracción de dos gotas de lluvia enamoradas que no llegan jamás a tocarse.
Se mueven, caen. Los soles dan la luna, la luna no da permisos al duende. El árbol no es solo mi nombre. El árbol soy en el espejo, en la raíz bostezando el encuentro de todas las miradas palomas enceguecidas por el cuervo. El cuervo, todos son el cuervo. Mis miedos, mis complejos y tu frente desnuda. Bella asociación creer que eres un pez en el fondo de una botella de ron. Te busco, te buscaré en el pasar de las horas, después de tu espalda no hay aura, después de contemplar tu rostro amapola todos los rostros son solo espaldas.
Se mueven, caen. Me muevo, quieto, caigo.

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