Sólo decir que este es un espacio donde un niño-hombre-pez hueco-esquizo-simple deja sus ilusiones-intenciones-compromisos-desvaríos, en forma de versos-lágrimas-insectos, un espacio para ausentes muertos que no llegan a besar el suelo o ni llegan a perderse o a encontrarse, ni existir...

9.20.2012

Día 34 o día feliz 2 o un año después

Ayer, había pasado un año desde el día en que mi terror por los aeropuertos se hizo de carne y sien. Ayer, el olvido hizo el silencio más intenso jamás antes sentido, se adueño de todos los copos de nieve que guardo en mis cajas de zapatos, se deshizo y se rehízo en cada escombro donde lloro mis vanidades de autista. Ayer, el muerto que duerme en mi cama, beso las sombras de las posesiones oníricas que juegan al ajedrez con mis niñas dulces, esas que inventadas y todo salpican a la humanidad en versos.
Ayer, el cosmos, el universo, el centro de azúcar que es mi ego enamorado de los muertos vivientes cayó vencido, atiborrado por los recuerdos que vencieron al fanfarrón olvido. Es incongruente con lo enunciado anteriormente, pero siempre que dibujo un juicio escondo la mitad verdadera por medio, por desidia inhumana, por ser un sátiro moderno con paja en los ojos y nervios vencidos de sueños.
Ayer, quería abrazar el conjunto entero que es mi familia, quería descansar en la amena flora de las delicias incendiarias, estar tranquilo en el ruido de los hechos intrascendentes, ver tele, escuchar la música de otros, compartir el delirio del tiempo compartido. Ayer hubiera vuelto a nacer si el hoy me vestía de mañanas...
Es curioso, nunca entenderé porque un año en mi vida, es como un día en la vida de los demás... 

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