Día 47 o día infeliz 4 o la salida del craneo hueco

Humedo el rimel en la estructura osea oculta, los deseos impuros se amontonan como catarsis en el biombo de un ojo clínico afectado por la pracmática esquimal de la sonrisa tardía.Ni la lluvia adosada al esqueleto uniforme, ni la memoria semiotica del que corre sin moverse dentro del alma que abraza dos cuerpos la noche en que existió el estupido y real amor.
Ser despectivo o anarquico en eso de establecer diferencias étnicas, cuanticas cualitativas superficiales es lo magro de una sociedad que no soporta el espejo interior sangrandole en los parpados.
Sea hermoso, sea libre en su hormona sincera.Use la fatalidad al abrazar, le aseguro que encontrara muchos mas restos que en el total esperado por vender un lustro de piedad en una sonrisa.
Caí en el desorden del nudo, ahorcandome sin agonizar en el lecho de dos pensadores ausentes de toda armoniosa sensanción de sobriedad... Soretos me invadían en la pintura absorta de mi vana realidad.