Huir del tiempo, de lo físicamente correcto. Abrazar la gravedad emocional a dos días de levantarse de piel, correr en círculos, formar una especie de valle espejado, ser un ventilador de techo y llorar, por sobre todo llorar hasta que la cura sea la enfermedad.
El mecanismo humano de respuestas sinceras deja un lado de inclemencia adherido al sistema óseo de tropezar y tropezar. De tanto histrionismo abducido el rencor deja huellas cosmopolitas, señuelos para otros tristes adoradores de vestigios sin sol.
No se si es inocencia o neurastenia extrovertida, no se si el canibalismo es seducción o si permanecer congelados es fruto, sangre y alcohol del temor.
Estoy preparado para huir, voy a cruzar la ventana de tu negación y transformado en un budista dragón dormiré en ese rincón de lava que humedece tu conciencia.
No existe mayor atracción que el misterio y el viajar a ningún lugar. Estoy meridionalmente feliz, voy a ir quitándome los alfileres, las fotos viejas, las cartas y los poemas con hambre y vanidad. Voy a abandonarte mientras me encuentras, tan simple como real.
Sólo decir que este es un espacio donde un niño-hombre-pez hueco-esquizo-simple deja sus ilusiones-intenciones-compromisos-desvaríos, en forma de versos-lágrimas-insectos, un espacio para ausentes muertos que no llegan a besar el suelo o ni llegan a perderse o a encontrarse, ni existir...
2.22.2013
Triste V
lo sintió, pensó y escribió: Kid A en 7:03 p. m.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
0 estrías de entendimiento:
Publicar un comentario